© Sucesión Picasso, VEGAP, Madrid, 2023
Esta obra fue realizada por Pablo Picasso en la primavera de 1946 y se encuentra en el Musée National Picasso-París.
La mujer retratada es Françoise Gilot, quien mantuvo una relación con Pablo Picasso durante aproximadamente diez años. Durante este periodo de tiempo se convirtió en musa y protagonista de diversas obras del artista, pero esta relación acabó cuando Françoise abandonó al artista, no volviendo a verle nunca más, y dejando más tarde por escrito los años de vida en común.
Esta obra es una de las primeras que tenemos de Gilot por Picasso, ya que solo llevaban un año de relación cuando fue realizada. En la obra se aprecia la influencia fruto del encuentro del artista Fernand Mourlot en otoño de 1945, que motivó a Picasso a retomar una técnica olvidada: la litografía. A partir de este momento encontramos diversas litografías donde uno de los asuntos favoritos es retratar a Françoise de la que llego a hacer hasta 10 retratos el día 14 de junio de 1946.
Por otro lado, en esta obra también podemos apreciar la influencia del pintor Henri Matisse. Semanas previas a la realización de esta obra, Picasso y Gilot, visitaron el estudio de Matisse. De este encuentro Picasso obtuvo gran inspiración, patente en esta obra.
Esta creación destaca frente a otros retratos tanto por la composición, como por la forma en la que retrata a su amante: Gilot aparece retratada con un rostro en forma de óvalo, ojos radiantes que nos miran directamente y un cabello abundante que ocupa la mayoría del espacio. La joven aparece en una postura relajada observando directamente al espectador. A través de la composición, pero sobre todo de la mirada, podemos comprender la belleza y personalidad de la joven.