Tate Museum
© Sucesión Picasso, VEGAP, Madrid, 2024
La obra Paloma de Pablo Picasso, realizada el 9 de enero de 1949, se destaca como un símbolo de paz dentro de la vasta producción del artista. Esta sencilla pero impactante composición presenta una paloma blanca, un reconocido símbolo de paz, sobre un fondo negro, ejecutado magistralmente con una técnica de lavado de tinta litográfica, con la que además logra resaltar la suavidad de las plumas de la paloma.
En el trasfondo de la creación de esta obra en 1949, se encuentra el impacto de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial en la vida de Picasso. La obra fue creada en el contexto del Congreso Mundial de Partidarios de la Paz de París, y su impacto fue más allá del lienzo. La pieza fue seleccionada para ilustrar el cartel del congreso, convirtiéndose así en el emblema de estas reuniones que abogaban por un mundo libre de conflictos.
La conexión personal de Picasso con la paloma se profundiza con el nacimiento de una de sus hijas, a quien llamaron Paloma, justo antes de la apertura del Congreso. Este elemento añade una dimensión íntima y familiar a la obra, revelando la dualidad de significados que Picasso era capaz de plasmar en sus creaciones.
Un año después, en el Congreso por la Paz en Sheffield (Inglaterra) en 1950, Picasso pronunció un breve discurso en el que compartió cómo su padre le enseñó a pintar palomas y concluyó: "Yo defiendo la vida contra la muerte; yo defiendo la paz contra la guerra". Estas palabras encapsulan la esencia de Paloma (1949) y el compromiso profundo de Picasso con la humanidad y la paz.
Fuentes:
Ficha de la obra, Tate Museum: https://www.tate.org.uk/art/artworks/picasso-dove-p1136