Obra de la semana: El viejo guitarrista ciego (1903)

OBRA DE LA SEMANA: El viejo guitarrista ciego, 1903
Pablo Picasso, El viejo guitarrista ciego, 1903
Óleo sobre lienzo, 121cm x 92cm. Instituto de Arte de Chicago.
© Sucesión Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

El viejo guitarrista ciego (1903) es una de las pinturas de Picasso enmarcadas en su periodo azul (1901-1904). El cuadro fue pintado durante su etapa de trabajo en Barcelona, y presenta los rasgos característicos de este periodo: paleta azul fría y monocromática, formas aplanadas, temas emocionales y psicológicos sobre la miseria humana y la alienación, relacionados con la obra de artistas como Edvard Munch o el primer Gauguin.

A partir de 1900 y hasta 1904 la obra de Picasso tiene tintes melancólicos. Como explica Anatoli Podoksik en su libro Pablo Picasso: Su obra refleja la expresividad de los mendigos ante la pobreza y miseria de su época. Su trabajo monocromático basado en el color azul manifiesta su tristeza. El suicidio de su amigo Casagemas marcó considerablemente su obra durante este triste periodo. El viejo guitarrista ciego muestra la imagen de un hombre triste, decaído y moribundo. La palidez de su rostro, así como su cuerpo desgarbado y su ropa rasgada, refleja tristeza y miseria. La forma suave de la guitarra, que destaca tonos distintos, deja ver cierta poesía, tal vez esperanza. La cabeza caída hace cierta alusión al alcoholismo que padecía su gran amigo Carlos Casagemas”.

En adhesión, a pesar de que se aprecia que el rostro y las manos alargadas del guitarrista están influenciadas por pintores como El Greco, la obra presenta rasgos de su singular estilo cubista. La obra permite acercarnos a la historia del artista, a su situación emocional marcada por la tristeza de su amigo fallecido de manera trágica (Podoksik, 2008).

El viejo guitarrista ciego es una obra marcada por el misterio. Aunque aparentemente la obra muestre un hombre vestido con harapos y con aspecto cansado mientras toca la guitarra en la calle, hay algo más escondido tras esta pintura.

Según explica Ana Bonilla en su libro El espejo en que me vi: No fue sino hasta 1998, más de veinte años después del fallecimiento de Pablo Picasso, que científicos y curadores de arte, motivados por el notable rostro femenino que se esconde sobre el cuello del guitarrista, utilizaron rayos X y luces infrarrojas para observar lo que se escondía detrás del músico ciego(…) Investigadores del Instituto de Arte de Chicago junto con el Museo de Arte de Cleveland descubrieron los trazos de una mujer con el rostro mirando hacia la izquierda con los brazos extendidos que parecía estar sentada. Los rayos X mostraron también otro rostro femenino mirando hacia la derecha. Una figura que puede estar relacionada con otro dibujo de Picasso realizado entre 1902 y 1903. Después de una reexaminación minuciosa aparece un torso, los pies y la figura de un niño siendo amamantado.”

En este sentido, fue localizada una carta que data de marzo de 1903 en la cual el artista describe a un amigo la escena que se encuentra escondida tras el guitarrista viejo, una madre con su hijo, un toro y un becerro. Este último apenas puede apreciarse a la derecha de la obra (Bonilla, 2020).

Referencias:

  • Bonilla, A. (2020). El espejo en que me vi. Caligrama.  Disponible aquí.
  • Podoksik, A. (2008). Pablo Picasso. Panamericana Editorial. Disponible aquí.
  • Art Institute Chicago. (s.f). The Old Guitarist. Disponible aquí.