Los centros educativos de España celebran el 30 de enero el Día Escolar de la No Violencia y la Paz con dibujos y murales que evocan la paloma de la paz de Pablo Picasso, que es ya un símbolo de la no violencia del siglo XX.
Cada 30 de enero desde 1964 se celebra el Día Escolar de la No-violencia y la Paz (DENYP) en homenaje a Mahatma Gandhi, que fue asesinado el 30 de enero de 1948. En el marco de esta conmemoración, reconocida por la UNESCO en 1993, los colegios e institutos de España reivindican cada año en esta jornada valores como la paz, la tolerancia, la solidaridad, la concordia y el respeto a los derechos humanos, con dibujos, murales y otras iniciativas que tienen como protagonista la paloma de Picasso, el famoso símbolo pintado por el artista andaluz para el primer Congreso Mundial por la Paz, que tuvo lugar el 20 de abril de 1949 en París.
Alumnos de todo el país comparten cada año esta acción dirigida a reivindicar la paz en el mundo. También los de los cerca de cuarenta centros que llevan por nombre Picasso, Pablo Picasso o Pablo Ruiz Picasso. En Andalucía, estos colegios superan la veintena, pero también hay escuelas e institutos con el nombre del artista malagueño en Madrid, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Galicia e incluso en la ciudad autónoma de Ceuta.
Este año esta fecha cobra especial relevancia, pues se celebra en 2023, cuando se conmemoran cinco décadas de la muerte de Picasso, el autor de grandes obras de guerra y de paz. Posiblemente, una de las obras bélicas más icónicas de Picasso es el Guernica, testimonio del drama y la destrucción que supuso la Guerra Civil española, pero que actualmente es concebido universalmente como un emblema colectivo de derechos humanos.
Si la obra de Picasso reflejó en ciertas ocasiones la crueldad de la guerra, también en otras muchas realzó la importancia de la concordia, la armonía y la paz en una Europa castigada por la II Guerra Mundial. En este sentido, Picasso logró construir dos iconos de la guerra y de la paz universales: el Guernica y la paloma, signo de la paz del siglo XX.
La paloma de Picasso para el Congreso mundial por la paz de París no fue el único llamamiento del artista a la no violencia, sino que también en otras muchas ocasiones hizo referencia a la convivencia pacifista y fraternal, como en “Paloma en vuelo sobre fondo negro” (1950) o “El Rostro de la Paz” (1951).
La fijación de Picasso con esta ave respondió siempre a la influencia recibida de su padre, José Ruiz Blasco, quien era colombófilo y un pintor de corte realista, conocido por sus composiciones de paloma, estudiadas al aire libre. En 1952, en plena posguerra, realizó dos grandes paneles titulados La Guerre et la Paix, respondiendo a los numerosos llamamientos internacionales en favor de la paz con la que Pablo Picasso estaba profundamente comprometido.
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