Obra de la semana: Insecto (1951)

En 1946 Pablo Picasso descubre el universo de los alfareros y comienza a experimentar con la cerámica en la fábrica Madoura de Vallauris, un antiguo centro alfarero en el sureste de Francia. El artista fue cautivado por el lugar, con sus casas antiguas y por sus hornos de leña tradicionales, además de por las oportunidades que le brindaron Suzanne y Georges Ramié, los propietarios del taller de Madoura, con quienes entablo una estrecha relación.

En colaboración con los alfareros de Madoura, Picasso comenzó a crear diversas piezas, utilizando platos y jarras producidos por la fábrica y diseñando algunos otros con otro maestro alfarero, Jules Agard.

Una de las piezas más llamativas que creó durante su tiempo ahí es Insecto, que se encuentra actualmente en el Museo Picasso Málaga. Esta vasija panzuda con tres asas a cada lado y tapón se conoce en Provenza por el nombre de “gus” y se utiliza para guardar vinagre o agua. A través de sus asas, se pasaba habitualmente una cuerda para colgarla de la pared.

Picasso escogió una técnica simple de decoración, pintó directamente sobre la pieza de loza blanca con engobe azul y grabó algunos motivos en el azul, descubriendo el blanco de debajo y transformando el vaso tradicional en un animal de seis patas.

Su objetivo durante este periodo era ampliar sus límites y explorar técnicas con las que no había trabajado previamente. El artista sabía apreciar las posibilidades de transformación de las formas cerámicas y en el caso de Insecto se le ocurrió sacar un animal de la vasija entera pintando el tapón como una cabeza con ojos, las asas como brazos con manitas extendidas sobre el cuerpo de la vasija y patas en la parte inferior.

Fuentes:

Museo Picasso Málaga: https://www.museopicassomalaga.org/coleccion/insecto

Museo Picasso Málaga. Universo Picasso: https://www.museopicassomalaga.org/universo-picasso/hecho-de-tierra

Musée de la céramique-Vallauris: http://www.vallauris-golfe-juan.fr/Formes-Metamorphoses-la-creation.html?lang=fr