Hace ya 42 años, la obra maestra de Pablo Picasso, el Guernica (1937), finalmente regresó a España desde Nueva York. La pieza había estado en custodia del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) durante más de cuatro décadas. En un viaje silencioso y aparentemente rutinario, un avión de línea regular trasladó a España el Guernica (1937) por primera vez el 10 de septiembre de 1981.
Para comprender completamente el significado detrás de este viaje tan esperado es esencial conocer su origen. En 1937, Picasso fue el encargado de crear un mural para el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París. Sin embargo, a principios de ese año, el malagueño aún no tenía una idea clara sobre el tema que abordaría en su obra. La inspiración para esta pieza llegó de la manera más inesperada y trágica. El 26 de abril de 1937, la ciudad de Guernica, en Vizcaya, sufrió un bombardeo durante la Guerra Civil Española. Este ataque, el primero de su tipo en la historia, dejó una profunda impresión en la mente de Picasso, quien estaba siguiendo de cerca los eventos de su país natal. Este evento fue la fuente de inspiración para el artista malagueño, quien comenzó a trabajar en el mural en mayo de 1937 y rápidamente lo terminó el 4 de junio del mismo año. El resultado fue una obra que capturaba el horror y la desolación causados por la guerra.
La Exposición Internacional de París finalizó en noviembre de 1937. Sin embargo, debido a la situación política en España, la pintura no pudo regresar. El Guernica (1937) emprendió entonces una gira por toda Europa como embajador de la causa republicana en distintas exposiciones temporales que buscaban concienciar acerca del conflicto bélico. Finalmente, en 1939, tras el triunfo del bando sublevado y el asentamiento del régimen franquista en España, Picasso decidió confiar su obra al MoMA para su custodia temporal. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en su web Repensar Guernica incluye la carta , junto con otros documentos en relación con el cuadro, dirigida al MoMa, notificando la designación del abogado y político Roland Dumas como albacea para supervisar el traslado del Guernica a España.
No fue hasta 1981 cuando el Guernica finalmente pudo regresar a España. Toda la operación, llamada “Cuadro grande”, se llevó en secreto y sólo fue conocido a su llegada por razones de seguridad. El avión aterrizó en la mañana del 10 de septiembre, con 319 pasajeros y 19 miembros de la tripulación a bordo, ninguno de ellos tenía idea de la valiosa carga que llevaban en la bodega. Al pisar tierra, el comandante del vuelo, Juan López Durán, sorprendió a todos por megafonía anunciando: “Señoras y señores, bienvenidos a Madrid. Tengo que decirles que han venido acompañando al Guernica de Picasso en su regreso a España”, aunque el cuadro, de hecho, nunca había estado antes en el país. Isabel Almazán y Beatriz Ganuza, dos de las tripulantes de cabina de pasajeros del vuelo, compartieron en 2021 cómo vivieron aquel momento (para leer la información en la página de Iberia, pinche aquí)
Una vez aterrizada en Madrid, la obra se instaló inicialmente en el Casón del Buen Retiro, que fue adecuado especialmente para exhibirla en unas especiales condiciones de seguridad, con una protección de cristal blindado. Esta ubicación tenía un significado especial ya que formaba parte del Museo del Prado del que fue director Picasso. Más adelante, en julio de 1992, la obra realizó un último viaje para instalarse de forma definitiva en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Fuentes:
https://madridsecreto.co/dia-guernica-volvio-madrid/
https://grupo.iberia.es/pressrelease/details/13370
https://www.culturaydeporte.gob.es/dam/jcr:90a32940-ec1f-4597-b06d-10acdc9a8113/folleto-guernica.pdf
https://guernica.museoreinasofia.es/documento/desenrollando-guernica