Bibliografía: Daniel-Henry Kahnweiler. El camino hacia el cubismo

Daniel-Henry Kahnweiler y Pablo Picasso en la Californie. Cannes, verano de 1957
Daniel-Henry Kahnweiler y Pablo Picasso en la Californie. Cannes, verano de 1957
© Archivo David Douglas Duncan.
© Sucesión Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

El camino hacia el cubismo, Der Weg zum Kubismus (1919), es uno de los libros escrito por Daniel-Henry Kahnweiler (1884 –1979), quien fue uno de los principales marchantes del cubismo, y de Pablo Picasso a lo largo de casi toda su carrera. El resto de sus escritos comprenden el catálogo Esculturas de Picasso (1948), sus memorias Mis galerías y mis pintores (1961) y Confesiones estéticas (1963). En su obra literaria, el marchante muestra su doble trabajo como testigo y creador de un nuevo modelo de trabajo con los artistas.

El camino hacia el cubismo (1919), es un texto fundacional donde Daniel Kahnweiler deja por escrito los primeros valores estéticos y estructuras del cubismo. Lo redacta durante sus años de exilio en Suiza durante la guerra. En esta obra “defendió esta nueva corriente artística por ser la manifestación paradigmática de su época, pues respondía a nuevas necesidades iconográficas y de representación en unos tiempos modernos y prebélicos”. (Museo Nacional de Arte Reina Sofia, s.f.)

En la historia del arte del siglo XX, la figura de Daniel-Henry Kahnweiler es una leyenda. Es un “hombre de artes que destaca en todas sus facetas como marchante, editor y escritor como presenta la exposición Daniel-Henry Kahnweiler. Merchante y editor (2/12/2022-19/3/2023) en el Museu Picasso de Barcelona. Este hombre, a lo largo de su vida, estuvo en contacto con algunos de los artistas más representativos de su época y sus obras, compuso colecciones enteras e influyó en los gustos y espíritus tanto a nivel nacional, como internacional.

Fue el primer promotor del cubismo, comenzando su actividad en 1908, cuando abre su galería en París y empieza a representar artistas como Georges Braque, Pablo Picasso, Juan Gris y Fernand Léger. Siempre fue fiel a su moral y ética a pesar del momento histórico que vivió y las consecuencias que tuvo por su condición de judío: en 1914 le arrebataron su colección y en 1940 todos sus bienes. Pero, a pesar de todo, siguió siendo protector y coleccionista de sus artistas.

Con Pablo Picasso, al que consideraba “el shock de su vida”, mantuvo una especial relación. Ambos se conocieron en París, a una edad temprana, Kahnweiler (23 años) y Picasso (26 años), y tuvieron una fructífera relación que durará toda su vida. Una relación basada en la necesidad y alimentada por la curiosidad que surge en ambos: un joven artista que busca un marchante que le represente y un marchante que busca un artista audaz.

Además del fundamento teórico que aportó al movimiento, fue un extraordinario galerista, en muchos sentidos, pionero de la práctica contemporánea. Así lo refleja el artista malagueño en una de sus declaraciones: “¿Qué hubiera sido de nosotros si Kahnweiler no hubiera tenido ese sentido de los negocios?”. En la obra de Picasso podemos encontrar la admiración que siente el artista por su marchante y amigo en obras como Retrato de Daniel-Henry Kanhweiler (1910) o la serie de 3 retratos que realiza en litografía a su amigo el 3 de junio de 1957: Retrato de D. H. Kahnweiler I (1957), Retrato de D. H. Kahnweiler II (1957) y Retrato de D. H. Kahnweiler III (1957).

Referencias:

 

Obras:

  • Picasso, Pablo (1910). Retrato de Daniel-Henry Kahnweiler. Óleo sobre lienzo, 100.4 × 72.4 cm. Art Institute of Chicago.
  • Picasso, Pablo (3 de junio 1957). Retrato de D. H. Kahnweiler. I. Litografía (prueba Sabartés) Museu Picasso, Barcelona.
  • Picasso, Pablo (3 de junio 1957). Retrato de D. H. Kahnweiler. II, 3 de junio de 1957. Litografía (prueba Sabartés) Museu Picasso, Barcelona.
  • Picasso, Pablo (3 de junio 1957, Retrato de D. H. Kahnweiler. III, 3 de junio de 1957. Litografía (prueba Sabartés) Museu Picasso, Barcelona.