© Sucesión Picasso, VEGAP, Madrid, 2023
Pablo Picasso, reconocido como uno de los artistas más influyentes del siglo XX, no solo destacó por su talento pictórico, sino también por su estrecha relación con importantes poetas de su época. A través de estas amistades, Picasso encontró inspiración y colaboró en proyectos que fusionaban la poesía y las artes plásticas.
Max Jacob
Max Jacob, escritor y poeta francés, fue uno de los primeros en entablar amistad con Picasso. Su relación comenzó en 1905, cuando se conocieron en París y compartieron su pasión por el arte y la vanguardia. Picasso alentó a Jacob a vivir como un poeta, lo que lo llevó a abandonar su trabajo y sumergirse en la pintura y la escritura. La amistad entre ambos se fortaleció con el tiempo, y en 1915, Picasso fue el padrino de bautismo de Jacob, quien se convirtió al catolicismo. Lamentablemente, Jacob fue arrestado en 1944 por la Gestapo, la policía política del estado nazi, y falleció en el campo de concentración de Drancy (Francia). A pesar de su prematura partida, su legado como maestro del género poético perdura hasta hoy.
André Salmon
André Salmon, escritor y crítico de arte francés, frecuentó los círculos vanguardistas parisinos desde 1903. Estableció una estrecha relación con Paul Fort, otro poeta francés, y con Picasso. Salmon fue uno de los primeros defensores del cubismo, al igual que Guillaume Apollinaire. Trabajó como periodista para varios medios y desempeñó el papel de corresponsal durante la guerra civil española. Salmon cultivó la poesía, el ensayo y la narrativa, y su obra capturó la convulsa realidad del mundo moderno. Su amistad con Picasso se consolidó a través del intercambio de ideas sobre la práctica artística, la descomposición analítica de elementos cotidianos y la exploración del serialismo, características fundamentales de las vanguardias pictóricas y literarias del siglo XX.
Guillaume Apollinaire
Guillaume Apollinaire, poeta francés, tuvo una influencia decisiva en la formación de las vanguardias a principios del siglo XX. Frecuentó los círculos artísticos y literarios de París, donde se hizo notable. Además, trabajó como crítico de arte y teorizó en defensa de las nuevas tendencias artísticas, como el cubismo de sus amigos Picasso y Georges Braque, así como el fauvismo de Henri Matisse. Apollinaire escribió Los pintores cubistas en 1913, que se convirtió en el manifiesto del Cubismo.
La amistad entre Apollinaire y Picasso influyó en la obra del pintor, tal y como reconoció el malagueño, concretamente en su interés por el mundo del circo. Los años de amistad coincidieron con el conocido periodo rosa de Picasso, donde, además de pintar los célebres arlequines, también realizó obras de Apollinaire en forma de caricatura, donde aparece convertido en torero o artillero.
En 1911, ambos fueron acusados de robar la famosa Mona Lisa del museo Louvre, aunque fueron liberados al poco tiempo. En noviembre de 1913, el cuadro apareció en manos de un tal Vincenzo Peruggia, antiguo trabajador del Louvre que se había llevado el cuadro para dejarlo en Italia.
Gertrude Stein
Gertrude Stein, escritora y poeta estadounidense, desempeñó un papel importante en la escena artística de París. Estableció su residencia en la ciudad en 1903 y esta se convirtió en un punto de encuentro para escritores como Guillaume Apollinaire y Jean Cocteau, entre otros, y donde conoció a artistas y pintores de vanguardia como Henri Matisse y Pablo Picasso, quien le hizo un retrato en 1904.
Stein fue una figura innovadora en la poesía experimental y desafió las convenciones literarias de la época. Su amistad con Picasso se centró en la exploración de los elementos constitutivos de sus respectivas prácticas artísticas, incluyendo la descomposición analítica de la vida cotidiana, el lenguaje y la pintura.
En septiembre se inaugura la exposición Gertrude Stein y Picasso. La invención del lenguaje en el Museé de Luxembourg. La muestra ofrece una visión detallada de la vida de Gertrude Stein en estrecha proximidad al Musée du Luxemburg, el cual solía frecuentar con regularidad, así como de su estrecha amistad con Picasso y sus conexiones con la escena artística parisina. Se enfoca principalmente en los años destacados de las Señoritas de Aviñón y el movimiento artístico del cubismo.
Jean Cocteau
Jean Cocteau, novelista, dramaturgo, poeta, ensayista y cineasta francés, fue una figura destacada en las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX. Tras su mudanza a París en la década de 1920, se unió al círculo artístico de la ciudad, donde estableció amistades con figuras como Picasso, Proust, Hemingway, Stravinsky y Tennessee Williams. Cocteau también entabló una relación personal y artística con Serguéi Diáguilev, fundador de los Ballets Rusos, y con Coco Chanel. En 1917, Cocteau formó parte del equipo creativo de Parade, un ballet en el que Picasso diseñó la escenografía y Chanel se encargó del vestuario. La amistad entre ambos se fortaleció cuando Cocteau ejerció de testigo en el matrimonio de Picasso con Olga Khokhlova en 1918.
Por otra parte, la colaboración entre ambos continuó con la obra Le train bleu en 1924, que contó con la escenografía de Cocteau y un telón de fondo en el que se pintó Deux femmes courant sur la plage de Picasso. La pieza fue presentada en octubre en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, como parte de la exposición titulada Picasso / Chanel. Esta muestra abarcó la relación que existió entre Pablo Picasso y Gabrielle Chanel, así como su colaboración conjunta en dos ocasiones memorables: una para la creación de Antígona con la participación de Jean Cocteau, y otra para el célebre ballet ruso Le Train Bleu.
Paul Éluard
Paul Éluard, poeta francés conocido por su obra surrealista, fue el mejor amigo de Picasso desde 1935. Ambos tomaron partido por el gobierno republicano durante la Guerra Civil Española. Éluard inspiró a Picasso con su poema Novembre (1936), que llevó al pintor a crear los grabados Sueño y mentira de Franco. Éluard también presentó a Picasso a Dora Maar, quien documentó el proceso de creación de la famosa obra Guernica.
Eluard y Picasso pasaron tres veranos consecutivos con sus parejas y otros amigos en Mogins, Francia. Picasso retrató en numerosas ocasiones a Nusch, la esposa de Éluard, convirtiéndola en una de las mujeres más retratadas por el pintor, a pesar de no ser su pareja sentimental.