En los diez meses que Picasso vivió en la casa de su marchante, Pere Mañach, en París en 1901, creó un total de 64 obras. Esta estancia y las obras producidas atrajeron la atención de la policía gala, que vigilaba de cerca a los extranjeros por temor a la expansión del movimiento anarquista. Toda la colonia catalana de Montmartre estaba, de hecho, sometida a estricta vigilancia. La policía francesa consideró finalmente a Picasso como anarquista, y así lo reflejó en un informe de 1901, redactado por el comisario Rouquier, basándose en habladurías de la portera del edificio donde residía y en una crítica de una exposición que describía sus obras como representaciones de mendigos y prostitutas. Las acusaciones marcarían el comienzo de un expediente policial que afectaría la vida y la reputación de Picasso durante años. Estos informes jugarían un papel decisivo cuando Picasso solicitara la nacionalidad francesa en 1940 y le fuera denegada. Este es el origen de la imagen del pintor malagueño estigmatizada con los atributos de ser extranjero, de izquierdas y vanguardista, calificativos considerados peligrosos en los albores del siglo XX.
El intrigante suceso es el acontecimiento en que se basa Annie Cohen-Solal en su libro Un extranjero llamado Picasso para revelar y analizar las barreras que enfrentó como extranjero, de ideología radical y como artista de vanguardia. El libro ofrece una visión acerca de la complejidad de la vida y obra de Pablo Picasso desde la perspectiva del migrante en Francia y los desafíos que tuvo de afrontar debido a su estatus.
La autora saca a la luz una faceta poco conocida de la vida del artista. Picasso llegó a París por segunda vez en mayo de 1901 con el objetivo de entrar en el dinámico y excitante mercado del arte parisino y se encontraba bajo la vigilancia de la policía, bajo sospecha de mantener conexiones con el anarquismo. A través de documentos y expedientes policiales Cohen-Solal relata cómo Picasso fue tratado como un "fichado S", considerado peligroso por las autoridades a pesar de carecer de antecedentes.
El libro también examina los intentos de Picasso por obtener la ciudadanía francesa, particularmente en 1940. A pesar de sus conexiones en el Ministerio de Justicia, su solicitud fue denegada cuando un funcionario reveló el dossier de 1901. Cohen-Solal explora el posicionamiento del artista malagueño en un periodo marcado por la Primera Guerra Mundial, la posterior ocupación nazi y la Guerra Fría.
Este libro ayuda a comprender la complejidad y genialidad de Pablo Picasso, un artista revolucionario que desafió convenciones y dejó una marca indeleble en la historia del arte, a través de un relato documentado sobre uno de los episodios más representativos de la vida del genial artista.
Fuentes:
Cohen-Solal, A. (no date) Un extranjero Llamado Picasso, Librerías Marcial Pons. Disponible en: https://www.marcialpons.es/libros/un-extranjero-llamado-picasso/9788449340680/
Gil, I. (2021) Cuando Picasso era Investigado por la policía francesa como un enemigo del Estado, El Mundo. Disponible en: https://www.elmundo.es/cultura/arte/2021/11/05/6184e8c4e4d4d8e4488b4598.html