Lunes (excepto festivos) de 14:00 a 20:00 h.
Martes a sábados de 11:00 a 20:00 h.
Domingos y festivos de 11:00 a 19:00 h.
En 1928 Picasso, que carecía entonces de experiencia en el trabajo del hierro, pidió a su amigo Julio González que le ayudara en un proyecto de monumento funerario al poeta Guillaume Apollinaire. Ambos abordaron entonces la creación de un proyecto de escultura desmaterializada, “una profunda estatua de nada, como la poesía, como la gloria”. Esta colaboración se ha estudiado tradicionalmente como el origen de un nuevo tipo de escultura, en hierro, que dominó el escenario artístico en las décadas centrales del siglo XX.
Esta exposición va más allá de esa reconocida consideración para profundizar en el contexto general en el que se desarrolla la escultura metálica de la década de 1920 y mostrar, además, que las afinidades artísticas e inquietudes comunes de ambos creadores no se limitaron a ese breve periodo, sino que comenzaron en la Barcelona modernista de principios de siglo XX, se prolongaron durante sus años en París y hasta el fallecimiento de González en 1942.
Comisarios: Tomàs Llorens Serra y Boye Llorens Peters.